Una noche, Elisa se puso a llorar. Primero despacio como un gatito. Luego, tan fuerte que parecía la sirena de un carro de bomberos.
¿Por qué lloraba? Tras una noche entera sin dormir, al fin lo descubrimos.
$5.500,00
5% de descuento pagando por transferencia bancaria
Una noche, Elisa se puso a llorar. Primero despacio como un gatito. Luego, tan fuerte que parecía la sirena de un carro de bomberos.
¿Por qué lloraba? Tras una noche entera sin dormir, al fin lo descubrimos.